RESTAURANTE ELS CASALS cocina de producto en una masia catalana (Sagas)

Después de un tiempo ausente, mi reciente paternidad me ha dejado un tiempo alejado de mi gran hobby pero un mes después del nacimiento de mi hijo decido pegarme un homenaje y disfrutar de un buen restaurante, para esta ocasión nos apetecía algo mas clásico, algún sitio donde trabajen el producto a la perfección, nos apetecía una gastronomía sin complicaciones pero muy sabrosa y fue todo un acierto ir a Els Casals ya que fue lo que encontramos, cuentan con una estrella Michelin bien merecida además tuvieron muy en cuenta el cochecito y en ningún momento les supuso ningún problema que realizáramos el menú degustación aunque fuéramos con un bebe, hasta tienen un lavabo con cambiador, la metre estuvo perfectamente por nosotros así como la camarera, vamos el servicio en general fue muy bueno, el restaurante es una masía/hotel y además tienen granja propia y elaboran ellos mismos los embutidos, el restaurante es muy elegante, no sé porque me lo imaginaba con los clásicos manteles blancos pero nada más lejos de la realidad, la mesa desnuda sin mantelería, con tan solo un salvamanteles y van montando la mesa a medida que avanza el servicio, la carta se divide en 2 menús degustación, el petit menú al precio de 64 euros y la terra a 78 euros, también disponen de carta, los precios es lo mejor de els casals, me parece que los precios de los menús para lo que ofrecen están muy bien de precio además no cobran ningún extra tipo aperitivos o cosas así pero es que además el agua que imagino la filtran ellos tampoco la cobran, en cuanto a la carta de vinos no la mire así que no puedo hablar de ella, en esta ocasión tenía que conducir y mi mujer no podía beber vino así que comimos con agua, para comer nos decidimos por el menú la terra que según definición de ellos lo describen así :
 
"La Tierra es un menú degustación para apreciar las pequeñas cosas de nuestra cotidianidad, desde las más volátiles hasta las más pesadas. Todos los productos son de producción propia o de productores y recolectores de la zona. Por eso decimos que, a la hora de prepararlo, miramos por la ventana con el objetivo de hacer un destilado cada día más cercano."  
El menú es un menú sorpresa que consiste en 3 aperitivos, 7 platos y 2 postres, muy acertadamente preguntan sobre intolerancias o algo que no guste y bien que hacen ya que la casquería por ejemplo o la caza son bocados que no agradan a todo el mundo, a mi si así que ningún problema, bueno veamos que dio de sí el menú.
Rábanos del huerto plantados en la mesa, este primer aperitivo me recordaba al huerto que sirven en Can Jubany, en esta ocasión se trata de 4 mitades de rábanos plantadas sobre un queso creo recordar que era feta y migas crujientes, plato muy rico y muy bien el contrapunto crujiente de las migas con el queso
 
Este segundo aperitivo inevitablemente también me recordó a la corteza de Can Jubany, aquí la corteza con jamón
 
para terminar los aperitivos llega la sobrasada con panal de miel y pan con tomate, sobrasada de elaboración propia buenísima, la miel con su trozo de panal y un buen pan con tomate, me encanto este toque rustico
 
Empezamos el menú con un mar y montaña, en esta ocasión un pastel de patata y puerro con cansalada y sepietas, las sepietas estaban brutales, por si solas perfectamente podrían ser un plato o incluso un gran aperitivo, la cansalada era mantequilla se cortaba sola y el conjunto estaba muy bien integrado
 
El siguiente plato fue perfecto para estos dias de frio, llego bien calentito el ravioli de ciervo con crema de castañas, plato potente de sabor pero muy bueno
 
Tomate San Marzano asado al horno con anchoas, queso cremoso, albahaca, oliva negra y cebolleta, plato que aunque estaba muy bueno encontré un poco deslocalizado en el menú, yo este lo hubiera puesto el primero de la degustación

Memorable la gamba a la sal, no creo que haga falta comentar nada, la foto habla por sí sola
 
Alcachofa rellena de butifarra del perol, me supo a poco de lo buena que estaba
 
Conejo de bosque con calabaza, creo que la calabaza estaba para refrescar un poco el paladar, quizás este fue el único plato que me dejo un poco frio, estaba bueno pero no se le falta algo
 
Pero rápido lo olvidamos cuando traen el civet de liebre, aunque no he comido muchos civet quizás 5 o 6, sí que puedo decir que este es el más bueno que he comido, la carne rosadita por dentro y de textura perfecta y el sabor brutal gracias a la salsa
 
El primer postre fue paula (limón, chocolate blanco y guindilla) un postre que me resulto muy refrescante y muy acertado después del civet, además es un postre lleno de matices y texturas
 




Para terminar, flan con sorbete de limón y nata, es la primera vez que en un gastronómico me ponen un flan de postre y me encanto porque venía a els casals a buscar una rusticidad moderna y es lo que encontré en todo el menú, traen un flan casero en la base lo redondea un tubo de sorbete de limón y luego la camarera echa la nata, una versión moderna y muy mejorada del flan con nata


a modo de petit fours unos carquiñolis

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