Lluerna es uno de los
restaurantes que más he recomendado y todo el mundo siempre ha salido
encantado, lo reconozco es uno de mis restaurantes favoritos porque reúne todo
lo que me gusta, buen servicio con una buena cocina y a precios muy ajustados y
como tenía ganas de volver que mejor excusa que el motivo de una celebración, empezare
hablando de algo que aunque tendría que ser lo normal no lo es tanto, reconozco
que mi reserva era bastante complicada, éramos un grupo de 6 personas donde 5 realizaríamos
el menú presentación y una realizaría carta por temas de salud que no le
permite comer mucho, no nos pusieron ningún problema pero no solo eso, se pide
si sería posible cambiar un plato del menú ya que nos gustaría probar uno específico y
además hay una persona con algunas limitaciones alimentarias, nuevamente no
tuvieron ningún problema se adaptaron a cualquier cambio que necesitase esa
persona dentro del menú y para rematar quisimos cambiar los 2 postres ya que
quisimos repetir el estupendo coulant de avellana y nuevamente no tuvieron ningún
problema, me ha pasado que en algunos sitios por menos te ponen malas
caras o incluso no se adaptan así que desde este blog y siendo consciente de lo
complicado que puede resultar gestionar tantas peticiones quiero
agradecer a Mar Gómez y todo el equipo de sala así como Víctor
Quintillà y cocina por hacer que nuestra celebración fuese todo un éxito.
Ahora vayamos
analizar que dio de sí esta nueva visita, en cuanto a los precios apenas han
subido por lo que sigue siendo una opción muy interesante donde poder disfrutar
de un estrellado y comer realmente bien, disponen de 4 menús, el menú degustación
por solo 39,50 euros, menú vegetal por 52 euros, el menú presentación que
fue la opción que cogimos nosotros por 57,50 y finalmente el menú lluerna
por 75 euros, sin duda esta última todo un auténtico festival y por un precio ajustadísimo,
en cuanto a la sala capitaneada por Mar Gómez encontré en esta visita un
servicio mucho más afinado y mejor que mi anterior visita, la carta de
vinos con bastantes referencias y con precios razonables teniendo en cuenta que
tienen estrella Michelin no inflan demasiado los precios otro punto a favor, en
cuanto a la cocina, su chef Víctor Quintillà creo que está en un momento
excelente, el menú estuvo incluso mejor que mi anterior visita y mira que era
difícil, me encanta esta cocina donde todos los platos están realmente buenos y
donde el protagonista es el sabor y el producto, normalmente no tomo mucho pan en los menús
para no llenarme demasiado pero aquí es imposible resistirse a mojar todos
los jugos de los platos, es todo un acierto el estupendo pan de tritticum
para acompañar esta cocina, cobran 3,10 euros por servicio de pan y aunque
aquí no lo criticare ya que los precios de la carta están muy ajustados y me
parece razonable, sugeriría que en los menús se sumara el precio y no se
cobrara aparte, aunque pueda parecer una tontería porque es lo mismo os
puedo asegurar que la sensación cuando llega la cuenta es más satisfactoria
cuando no hay extras y en ocasiones imprevistos ya que el comensal ni
lo sabía que se le cobraría tal concepto, como novedad os diré que ya están
preparando su traslado pero tranquilos seguirán en santa Coloma, ya están
realizando las obras en el nuevo local y se tiene previsto trasladarse sobre
semana santa o así pero eso es orientativo porque ya se sabe que a veces las
obras pueden sufrir retrasos pero vamos que el traslado antes de verano será
seguro, solo espero que el traslado no conlleve una subida de precios aunque tendré que comprobarlo así que ya tengo excusa para volver a visitarlos, os recomiendo que valláis antes de que se trasladen no sea que suban precios y no podáis disfrutar de esta maravilla a los precios que actualmente tienen.
Menú Presentación
Comenzamos con
su ya clásico mojito sólido, melón osmotizado con mojito y ralladura de lima
La aceituna gordal
rellena de campari con naranja, filosofía de vermut en un solo bocado
Para terminar el trio
de aperitivos la espuma de bacalao
El primer entrante
fue el tartar de atún sobre jugo de piparras, buen comienzo con ese sabor como
de encurtido del jugo de piparras que estimula las papilas y que le
sentaba genial al tartar perfectamente cortado y aliñado
Como una persona no podía
comer el tartar se le cambio por este plato que era una Crema de calabaza con
raviolis de Blau de Jotglar
un plato que nos
pusieron por petición era el rabo de cerdo ibérico con langostino de Sant
Carles de la Rápita, aunque se ofrece con "espardenya" nos dijeron
que con el langostino quedaba mejor así que aceptamos el reto, cuando me
aseguran que algún plato esta mejor de alguna manera suelo ser más crítico pero
reconozco que el langostino le quedaba estupendamente bien, el rabo deshuesado
y recubierto con pan que le aportaba el punto crujiente, el sabor del rabo
gelatinoso junto con el langostino funcionaba a la perfección, me recuerda al clásico
mar y montaña catalán de pies de cerdo con escamerlanes pero este plato de rabo de cerdo es muchísimo
mejor, el langostino estaba brutal, se nota que era fresca sobre todo cuando nos
traen la cabeza aparte para chupar, no sé si con la espardeña estará mejor
tendremos que probarlo en la próxima visita pero con el langostino es un
platazo que catalogaría como "food porn" es más creo que esta entre
los 3 mejores mar y montaña que un servidor a comido y he comido unos cuantos, sugeriría
traer una toallita o un cuenquito con limón para limpiarse las manos después de
chupar la cabeza, en este plato me termine el pan ya que rebañe hasta la última
gota al igual que en el tartar de atún y me ofrecieron más que sin dudarlo acepte
ya que aún me queda menú y todos los platos del menú son para mojar, el emplatado me recuerda a un plato probado en el Sant Pau de Carme Ruscalleda llamado gamba & tostada de mar que podéis ver haciendo click aquí , pero solo el emplatado ya que el plato es completamente distinto
a mitad del menú
llego un plato que es pura lujuria, el coulant de patata, trufa, huevo ecológico
y jugo de asado, cuando lo sirven enseguida llega el aroma de la trufa y al
partirlo al igual que con un coulant sale como una crema de patata trufada junto con
la gema del huevo que todo en conjunto estaba brutal, amén del tamaño perfecto
porque el plato llena muchísimo, sin duda para los amantes de la trufa es un
plato imprescindible, me gusta mucho el detalle de marcar cuchara en los platos
para rebañar los jugos
el menú sigue
manteniendo el nivelazo con la lubina de playa sobre espinacas eco y pil pil de
almejas, aunque me pareció que vendría con almejas creo que el error fue mío de
interpretación y que el pil pil era ligado con el jugo de las almejas, punto
del pescado perfecto, el pil pil le sentaba genial, un plato de pescado redondo
donde ningún elemento desentona y el pil pil no le roba protagonismo a la
lubina al contrario la acompaña a la perfección, lo único que me falto fue que
lo sirvieran con la piel bien crujiente
el siguiente plato
fue el único que despertó división de opiniones y aunque a todos nos gustó, es
un plato que para los que les guste de los sabores potentes lo amaran más que
el resto, gamo con colmenillas a la crema y salsa perigueux, no había
comido nunca el gamo y su sabor es muy potente, además la salsa perigueux lo
potenciaba más aun por eso imagino que ponen esas hojas encima para rebajar un
poco tanta potencia y refrescar el plato, la carne en punto perfecto estaba
tierna y jugosa, venía con una enorme colmenilla que estuvo colosal, aquí volví
a terminarme el pan, pedazo de menú donde ningún plato ha bajado el nivel,
ahora tocan los postres
El primero fue este
fresco y acido ceviche de mango y coco, muy buen postre de acidez y ligeramente picante aportado por el cilantro que aparte de refrescar, resetea el
paladar del apartado salado y además le pega un empujón a las papilas para que saliven
para el final del menú
Perfección técnica
con el coulant de avellana, albaricoque y maracuyá, el coulant olía y sabía
realmente a avellana los puntitos de albaricoque y el helado de maracuyá
combinaban perfectamente, postre que ya habíamos tomado y que quisimos repetir
Para los cafés nos
trajeron unos petis, la coca de llardons y chupito de infusión de canela con
brandy
Y terminamos igual que empezamos con
el bombón de mojito
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